Porque cada persona es única y al mismo tiempo diferente,
porque nos relacionamos y actuamos según con quién estamos,
y porque como los demás están con nosotros, nosotros actuamos.

La forma de relacionarnos tiene una influencia muy fuerte en nuestras conductas. Desde la mirada sistémica lo que se pretende es cambiar la forma de relacionarnos para que salga a relucir la mejor versión de nosotros mismos.

Desde esta mirada, todos tenemos la posibilidad de poder hacer cambios, no sólo la persona con más conflictos o dificultades.
Todas las personas que forman parte de su entorno afectivo pueden ser parte del problema pero sobre todo... parte de la solución.